viernes, 25 de junio de 2010
La fiebre de las banderas
Creía que sólo en los barrios más periféricos de Málaga ondeaban las banderas dueñas de los balcones, pero ya veo que en el centro, en esos edificios antiguios que parecen estar habitados por fantasmas, también hay pasión por el futbol, porque gane España, aunque sea un sueño casi imposible.
Y con este circo nos olvidamos de otros problemas, de la hipoteca, del paro, de las injusticias y los atropellos que estan pasando en otros lugares del mundo.
Y nos sentimos alegres o tristes porque durante noventa minutos unos tipos en pantalón corto, corran tras un balón, y el hecho de que consigan meterlo entre dos palos, haga que la gente se tire a las calles, que vocee, que una euforia extraña se transmita por todos los rincones.
En caso contrario, decepción y silenco. No sé qué prefiero.
O que estos jugadores cobren sueldos millonarios, consigan o no su objetivo.
El mundo está loco.
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Cada quien tiene su fiesta muy propia. Eso hay que respetarlo.
ResponderEliminarPero qué bonitas se ven las banderas en los balcones :D
Muchos besos, bella. ¡Que también estés llena de la luz que nos da el amor!
Es increíble como un hecho de esta índole tapa ciertos temas tan importantes, aunque, pienso que el deporte es como una antesala, si todos nos dedicaramos un tiempo a ello, nuestra vida sería distinta.
ResponderEliminarHoy estoy contradictoria..jaja
Espero andes muy bien
Besos
mili :)
se cerro el blog ...y sin ganas de abrirlo xd :)
Mili, qué pena. Espero que pronto lo abras y sigas escribiendo en él y compartiendo con nosotros tus poemas.
ResponderEliminarUn abrazo
L;)