Las Panochas, eran siete amigas que vivían en el mismo canasto. Llevaban desde niñas juntas, habían crecido en el mismo maizal, en cañas paralelas, luego las despanocharon, y las pusieron a secar. Después Pepe las llevó de regalo a su sobrina, "Pa que le hagas palomitas a los niños", le dijo. Pero los niños de la casa ya no eran niños, sino adolescentes altos como cañas y que pasaban el día durmiendo o de mal humor y la noche en vela como murciélagos, así que no se les ocurrió meterse con ellas...
Mamá Panocha les había contado que a otras del maizal las habían desgranado y luego las echaban dentro de una sartén con unas gotas de aceite y sal, las ponían al fuego con una tapadera y los granos amarillos saltaban y se convertían en unas hermosas flores blancas, que los niños comían y llamaban "palomitas"...
Ellas después de varios años en el canasto de esparto sin que nadie las molestara habían perdido el miedo a ser convertidas en "palomitas" y ser devoradas.
Así que pasaban el tiempo hablando entre ellas, de todos los cacharros que pululaban por la casa, con sus quedadas y sus rencillas. Querían mucho a Molinillo, que ya parecía estar mejor de su crisis existencial. Y aunque achacaba su falta de ánimo al calor insoportable de ese verano, la soledad, la falta de inspiración, ellas sabían que no era por eso, seguro que no. Se estaba convirtiendo en un ermitaño gruñón, que le gustaba estar solo y huía de la gente sin motivo alguno. Se ponía nervioso cuando estaba con alguien más de dos horas, si había silencios, si hablaba demasiado, siempre pensaba que mejor estaría en su rincón leyendo o conectado a internet...
Conspiraban con hacerle una fiesta sorpresa, buscarle una novia, igual así se animaba. Pero era todo ¡tan complicado!..., ellas se sentían atrapadas y cómodas dentro de su confortable canasto de esparto, y les daba mucho miedo salir y hacer algo distinto y arriesgado…
©LP
Jajaja, qué lindas las elotitas. Espero que el miedo se les pase pronto y que no le teman tanto a convertirse en flores o palomitas.
ResponderEliminarUn besazo, bella.
Loli, no sabes la paz que me provoca leerte, ver tus comentarios, tus reflexiones.
ResponderEliminarGracias, gracias por estar
Ya vuelvo y te leo como mereces
Pero... se están perdiendo un montón de cosas ¿no?
ResponderEliminarEl mundo puede ser terrible, pero también es maravilloso.
Besos
Nunca pensamos si los objetos que llamamos inanimados tienen vida propia. ¿qué pensarán ellos de nosotros? ¿Qué pensará ese viejo molinillo de sus dueños?
ResponderEliminarBesotes