domingo, 15 de noviembre de 2009

Hans Christian Andersen en Málaga


Había una vez...

Al lado de Hans Christian Andersen en Málaga


Aquí me hayo, sentada junto a la estatua en su honor realizada en bronce por escultor José María Córdoba y encargo de la Casa Real Danesa. Hans está sentando en un banco, en actitud relajada. Una escena que podría reflejar a la perfección algunos de esos momentos que el autor de La Sirenita pasó en nuestra ciudad durante los primeros días de octubre de 1862, y que recogió en su obra Viaje por España. Cautivado por la belleza de Málaga, por el mar, su luz y su gente, Andersen llegó a escribir que "en ninguna otra ciudad española he llegado a sentirme tan dichoso y tan a gusto como en Málaga". La obra invita a acercarse y a sentarse al lado de la figura del escritor, a admirar y sentir respeto por su obra y apreciar su forma pionera de viajar siendo uno de los primeros viajeros cultos del siglo XIX.

Hans Christian Andersen (1805-1875), como sabéis, (pero por si acaso copio y pego de la Wikipedia), fue un autor danés nacido el 2 de abril de 1805 en Dinamarca, y uno de los escritores de cuentos de hadas para niños más conocidos y queridos.

Nació en Odense y vivió una infancia de pobreza y abandono, criado en el taller de zapatero del padre. A los 14 años se fugó a Copenhague. Trabajó para Jonas Collin, director del Teatro Real, quien le pagó sus estudios.

Un día de 1844 escribió: “Hace veinticinco años llegué con mi atadito de ropa a Copenhague, un muchacho desconocido y pobre: y hoy tomé chocolate con la Reina.”

Como a todo buen escritor, cualquier tema le bastaba para levantar un cuento, un poema o una pieza teatral. "El soldado" se lo inspiró un soldado español de los que Napoleón envió a Dinamarca. Aquel muchacho le sonrió al niño que era Hans, lo cogió en brazos y le dio a besar una medalla de la Virgen que llevaba al cuello, hecho que no hizo mucha gracia a su madre, ya que la familia era cristiana protestante. Sin embargo, Andersen nunca olvidó la atención y la simpatía de aquel hombre, salvándolo del olvido con la composición citada que fue musicalizada por Robert Schumann y Edvard Grieg.

Una costumbre que Andersen mantuvo por muchos años, a partir de 1858, era narrar de su propia voz los cuentos que le volvieron famoso.

Citas

  • "La prensa es la artillería de la libertad".
  • "La vida de cada hombre es un cuento de hadas escrita por la mano del señor".
  • "Viajar es vivir".
  • "Disfruta de la vida. Hay mucho tiempo para estar muerto".
  • "La vida en sí es el más maravilloso cuento de hadas".
  • "La mayoría de las personas que caminen detrás de mí serán niños, por lo que mantendré los pasos cortos".
  • "Mi vida es una historia hermosa, feliz y llena de incidentes".

Entre sus cuentos más famosos:

La sirenita

El patito feo

El sastrecillo valiente

El traje nuevo del emperador

El soldadito de plomo

Las zapatillas rojas

La reina de las nieves



5 comentarios:

  1. Ayer me quise hacer una foto con esa escultura. Era de día, pero pensé que sería mejor que tu fueses la protagonista.

    Besos wapa.
    Eres ideal

    ResponderEliminar
  2. Hola Loli
    La de veces que he pasado junto a esa escultura y nunca me he parado a verla más que volviendo la cabeza a la carrera, ay, cómo echo de menos todo aquello.
    Muy bonita la foto salís estupendos los dos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. qué lindo reportaje, además esa foto está genial y te ves encantadora, he paseado mucho por ahí y nunca se me hubiera ocurrido...
    Pily

    ResponderEliminar
  4. La voragine del día a día nos hace mirar siempre para adelante. Tienes razón habría que pararse un poco mirar al pasado y más si es cogido de la mano de Andersen.

    Besotessssssssssss

    Miguel

    ResponderEliminar
  5. Hola a todos:
    Estoy buscando un libro de HANS CHRISTIAN ANDERSEN en el que habla de su estancia en una finca malagueña de la familia Delius, cuando éste estuvo afincado en Málaga un tiempo. Mi dirección de correo electrónico es pedcrist@hotmail.com
    Espero respuestas.
    Un saludo.
    Cristina Romero

    ResponderEliminar

Tu comentario es mi fuente de energía para escribir: